Nueva York es una ciudad de película y así tal cual la sientes cuando recorres sus calles. Los grandes rascacielos que te hacen mirar hacia arriba constantemente, contrastan con algunos de los edificios antiguos de siglos pasados. Y aunque no lo parezca, la naturaleza también tiene cabida en esta ciudad, desde el Central Park hasta pequeños parques urbanos en ciertas partes de la ciudad, e incluso el paseo alrededor del río te saca por unos instantes del bullicio de la ciudad.
He de confesar que no soy la mayor fan de Estados Unidos o las grandes (y frias) ciudades, pero Nueva York me atrapó. Tiene una vasta oferta cultural, muchos lugares para visitar y es muy fácil moverse entre sus calles. No importa si decides recorrerla caminando o en metro, cualquier opción es buena y eficiente.
Mi viaje a Nueva York de 4 días fue más bien una escala larga de cuando viajaba de Dominica a Lisboa. Fue el tiempo suficiente para ver practicamente todo lo imprescindible. Así que si no dispones de muchos días, que sepas que es suficiente incluso con 3 días. Eso sí, yo caminé muchísimo porque siento que conozco y vivo más la ciudad así, sobre todo cuando voy por poco tiempo. Pero puedes optar por el metro y ahorrarte varios kilómetros.
Y es que hay mucho que visitar en Nueva York, ya sea que sea un cinéfilo, amante de la arquitectura, literatura, el arte, música, espectáculos o incluso te interese la observación de aves y ¡avistamiento de ballenas!. Sí, me has leído bien. Más abajo te contaré sobre esto. El caso es que hay cosas que ver en Nueva York para todos los gustos.
Por eso, al principio puede resultar abrumador, ya que no sabes por donde empezar. Si esto te pasa, te recomiendo que hagas al menos uno de los Free Tour en Nueva York. De esa forma, podrás visitar lo imprescindible en unas pocas horas, mientras un guía te cuenta la historia detrás de cada lugar. Échales un vistazo, porque incluso hay tours con varias temáticas por si dispones de más tiempo y te has quedado con ganas de saber más. Lo mejor es que son gratuitos, solo tienes que pagar la propina.
En caso de que quieras hacerlo por tu cuenta o quieras más detalles para el resto de tu estadía, sigue leyendo que te traigo todo lo que tienes que saber antes de viajar a Nueva York.
Consejos prácticos antes de viajar a Nueva York
A continuación te contaré algunos consejos para viajar a Nueva York que me hubiese gustado saber antes de ir, así como lugares que ver en Nueva York y todo lo imprescindible para que tu viaje a Nueva York esté completito y no te pierdas de nada.
¿Cómo llegar a Nueva York?
Si estás planeando un viaje a Nueva York, te recomiendo buscar los vuelos en la web de Kiwi. Me gusta mucho porque, además de comparar precios como Skyscanner u otros buscadores, puedes poner varias ciudades de origen y destino para encontrar la combinación más barata. Es perfecta si estás organizando varios viajes a Nueva York o a Estados Unidos.
También tengo un post donde explico paso a paso cómo encontrar vuelos baratos, te dejo el enlace para que puedas leerlo con calma y encontrar la mejor opción para tu presupuesto.
¿Necesitas visado para entrar a Nueva York?
Si eres español, no necesitas visado para viajar a Nueva York, pero sí tienes que pedir una autorización electrónica llamada ESTA. Es muy sencilla de obtener, solo necesitas tu pasaporte vigente y rellenar un formulario online. Normalmente te la aprueban rápido y vale por dos años.
En mi caso, la entrada al país fue bastante tranquila. La espera en migración fue larga, eso sí, pero no tuve ningún problema. Fue solo cuestión de tener paciencia.
¿Es caro viajar a Nueva York?
Depende. Viajar a Nueva York puede ser caro si no reservas con antelación o si quieres hacer muchas actividades de pago. Pero también tiene opciones para todos los bolsillos. Yo encontré alojamiento en Manhattan por 200 euros toda la semana, eso sí, en un hostal y porque lo reservé con meses de antelación.
Los restaurantes y el transporte público tienen precios parecidos a los de España, aunque hay que tener en cuenta que se suma la propina. Las actividades como subir al Empire State o entrar a museos pueden sumar bastante, así que te recomiendo hacer una lista de lo que realmente quieres ver para calcular tu presupuesto.
¿Dónde alojarse en Nueva York?
Yo me alojé en el Chelsea International Hostel. Estaba bastante decente y lo elegí por el precio y la buena ubicación. Estar cerca del metro es clave para moverte rápido.
También puedes mirar otras opciones en Booking o en Expedia, que suele tener buenas ofertas para Estados Unidos.
Algunas zonas recomendadas para alojarse dependiendo del tipo de viaje:
- Manhattan: ideal si quieres estar cerca de casi todo.
- Brooklyn: perfecto si buscas algo más tranquilo y moderno.
- Queens: una opción más económica y multicultural.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Nueva York?
Yo fui en abril y me llovió casi todos los días. Aun así, con un buen chubasquero y zapatos adecuados, pude disfrutar igual. La ciudad tiene tanto que ver que no importa el clima, pero si puedes evitar los meses más lluviosos, mejor.
Cada estación tiene su encanto:
- Invierno: frío y nieve, ideal si te gusta el ambiente navideño.
- Primavera: temperaturas agradables, pero algo de lluvia.
- Verano: días largos y cálidos, perfecto para caminar.
- Otoño: paisajes con colores increíbles y clima suave.
La temporada baja suele ser más económica, así que puede ser un buen momento si vas con presupuesto ajustado.
Cómo moverse por Nueva York
Lo mejor para viajar a Nueva York es caminar. De verdad, creo que es la mejor forma de conocer la ciudad. Hay mucho por descubrir en cada esquina y muchas atracciones están cerca unas de otras.
Cuando necesitaba moverme más lejos, como ir a Queens, usé el metro. Funciona bien y es muy parecido al de cualquier ciudad europea. Hay tarjetas recargables como la MetroCard que puedes usar en metro y autobús.
Viaja seguro en todo momento
Todo viajero sabe que los viajes están llenos de imprevistos y cualquier cosa puede pasar. Por eso, te recomiendo que cuando viajes contrates un seguro de viaje en el que confíes y sepas que te cubrirá cualquier eventualidad a ti o a tus acompañantes.
Si no sabes cuál escoger y me preguntas a mi, te diría que utilices Iati Seguros. Este es el seguro por excelencia de los viajeros, recomendado por muchos por su buen servicio y el que utilizo yo misma. Tienen varias modalidades dependiendo del tipo de viaje que hagas, si es corto o largo, por varios países, si viajaes en familia o haces un viaje de mochilero, incluso para un viaje de estudios, entre otros.
Dónde comer en Nueva York: lugares que me encantaron
Como soy vegana, aproveché para probar restaurantes veganos que me recomendaron en Nueva York. Estos fueron mis favoritos:
- PLNT Burger
- Vegan on the Fly
- Beyond Sushi
Me quedé con ganas de ir a PS Kitchen y a Le Botaniste Penn Plaza, así que los tengo pendiente para la próxima. También compré snacks en Whole Foods y me los llevé de picnic al Central Park, una opción perfecta para comer rico y económico.
Nueva York tiene opciones de comida de todo el mundo. Recomiendo visitar el barrio coreano o el barrio chino de Queens. En la estación Flushing-Main St hay muchos restaurantes. A mí me gustó Kyuramen.
Qué ver y hacer en Nueva York
Si te preguntas qué ver en Nueva York, aquí te dejo los lugares imprescindibles que visitar y cosas que ver en Nueva York que no te puedes perder:
Central Park
Este parque es un respiro en medio del caos neoyorquino. Es gigantesco y puedes pasar horas caminando entre sus zonas boscosas, lagos, senderos y espacios abiertos. Yo entré por Columbus Circle, una de las entradas más céntricas, y me encontré con la famosa estatua de Balto, que me emocionó porque de niña vi muchas veces la pelicula de Balto y recordaba que visitaban su estatua en Central Park. Es un sitio ideal para hacer picnic, observar aves, ver ardillas y simplemente desconectar del ritmo acelerado de la ciudad.
Museo Americano de Historia Natural
Uno de los mejores museos de Nueva York y de mis favoritos del viaje. Si te interesa la ciencia, la evolución, la biología o simplemente te fascinan los dinosaurios, este es un lugar imprescindible. Hay salas interactivas, esqueletos de tamaño real, dioramas realistas y una exposición oceánica que me encantó, con una ballena azul colgando del techo.
La sala de los mamíferos marinos es especialmente mágica. Es tan grande que puedes pasar horas recorriéndolo sin darte cuenta. Ideal para ir en familia, con amigos o sola. Si buscas qué ver en Nueva York con lluvia, este museo es un plan perfecto.
Puedes comprar la entrada al Museo Americano de Historia Natural aquí y así evitas la larga cola.
Museo Metropolitano de Arte (The Met)
Uno de los museos de Nueva York más famosos… y me lo perdí. No ir fue uno de mis mayores arrepentimientos del viaje, pero ya está en el primer puesto de mi lista para la próxima vez. Es uno de los museos más importantes del mundo y su colección abarca desde el arte del antiguo Egipto y Grecia hasta obras maestras del Renacimiento.
El edificio en sí es precioso, y la azotea del museo tiene vistas espectaculares de Central Park. Es una visita ideal si te apasiona el arte clásico y quieres empaparte de cultura e historia.
Compra tu entrada al Met aquí y ahorra tiempo de espera.
MoMA (Museum of Modern Art)
Si te interesa el arte moderno y contemporáneo, el MoMA es una de las visitas culturales más estimulantes de Nueva York. A mí me fascinó. Vi de cerca obras icónicas como La noche estrellada de Van Gogh, obras de Warhol, Picasso, Dalí y más.
El museo está muy bien organizado, y aunque no seas una experta en arte moderno, se disfruta igual. Es un museo accesible, visual y muy cuidado. Un consejo: llega antes de la apertura, porque se forma mucha cola. Si estás pensando qué museos visitar en Nueva York, este es de los que no pueden faltar.
Saltate la cola comprando online la entrada al MOMA aquí.
Rockefeller Center
El Rockefeller Center es uno de esos lugares icónicos que sí o sí hay que ver en Nueva York. Si visitas la ciudad en diciembre, verás la famosa pista de patinaje sobre hielo y el árbol de Navidad gigante que aparece en muchas películas. Pero lo mejor es subir al Top of the Rock, su mirador con vistas panorámicas de Manhattan.
Si vas al atardecer podrás ver cómo se iluminaban los edificios poco a poco. Desde allí se ve el Empire State Building en todo su esplendor y podrás tener una vista diferente que la del Empire State Building.
Asegura tu lugar y compra la entrada al mirador de Top of the Rock aquí.
Empire State Building
Un clásico. Este rascacielos Art Decó de 1931 es uno de los símbolos más reconocibles del skyline neoyorquino. Durante más de 40 años fue el edificio más alto del mundo. Subir hasta el mirador en el piso 86 o incluso hasta el 102 es toda una experiencia: las vistas son realmente espectaculares. Te hace sentir dentro de una película clásica, especialmente al atardecer, cuando la ciudad comienza a iluminarse.
Personalmente, aunque me encantó estar ahí arriba, disfruté más la vista desde el Top of the Rock… porque desde ahí puedes ver el Empire dominando el horizonte, como parte viva de Nueva York.
Sube al mirador del Empire State Building comprando de una vez la entrada aquí.
Grand Central Terminal
No es simplemente una estación, es una joya arquitectónica de estilo Beaux-Arts, inaugurada en 1913. Su salón principal impresiona con el techo pintado con constelaciones, una escena celestial que, curiosamente, está invertida. En el centro está el famoso reloj de cuatro caras de ópalo, punto de encuentro y referencia constante.
Aunque no tomes ningún tren, vale la pena entrar, observar los detalles, y dejarse llevar por el bullicio elegante de un lugar que conecta millones de historias. Yo me senté un rato a observar a la gente pasar: turistas, ejecutivos, músicos callejeros… todos conviven en este espacio con alma.
Flatiron Building
Este edificio triangular de 1902 es uno de los más fotografiados de la ciudad. Su nombre se debe a su forma de plancha (flat iron), ya que ocupa un solar estrecho entre la Quinta Avenida y Broadway. Fue uno de los primeros rascacielos de acero y su silueta delgada ha sido protagonista de postales, películas y hasta ilustraciones pop.
Cuando fui estaba cubierto por andamios debido a trabajos de restauración, pero aun así impone. Lo vi desde distintos ángulos, y siempre sorprende cómo encaja en esa intersección como si fuera parte de una escenografía cuidadosamente diseñada.
Biblioteca Pública de Nueva York
Ubicada en la Quinta Avenida, esta biblioteca es mucho más que un lugar con libros. La fachada neoclásica, los dos leones de piedra que la custodian (“Paciencia” y “Fortaleza”) y el impresionante Rose Main Reading Room la hacen inolvidable. Entrar es como estar en una película —de hecho, ha salido en muchas. Algunas de esas son: Los Cazafantasmas (1984), El día después de mañana (2004) y Sexo en Nueva York (2008)
Las mesas de madera con lámparas antiguas y techos decorados con frescos crean un ambiente casi sagrado para la lectura. Además, suele haber exposiciones gratuitas y es un sitio ideal para descansar del ajetreo urbano sin dejar de disfrutar de un lugar icónico de la ciudad.
The Morgan Library & Museum
Menos conocida que otras atracciones, esta joya escondida combina una antigua biblioteca privada, una galería de arte y un museo en un solo lugar. Fue construida en 1906 como la biblioteca personal del financiero J.P. Morgan, y alberga manuscritos, partituras originales y obras de arte.
El edificio en sí es una maravilla, especialmente la sala de lectura, que parece sacada de una novela victoriana, con estanterías de madera oscura, tapices y techos decorados. Me pareció un sitio lleno de encanto, tranquilo y evocador. Y un plus: algunos días la entrada es gratuita, lo que lo convierte en una parada perfecta si viajas con presupuesto.
Koreatown
Koreatown es una pequeña joya escondida entre rascacielos en pleno Midtown Manhattan, cerca del Empire State. Es un paraíso gastronómico donde puedes probar platos coreanos auténticos sin gastar demasiado.
Yo fui sola a un restaurante y me pedí un ramen vegano que me encantó, servido con kimchi y algas. El ambiente era acogedor, con mesas pequeñas, luces tenues y aromas intensos. Además de comida, hay tiendas coreanas, panaderías y karaokes abiertos hasta tarde. Es un plan genial si te apetece algo distinto en Nueva York y te interesa la cultura asiática. Muy recomendado para una cena sabrosa y diferente.
Strand Bookstore
¡Para amantes de los libros como yo! Tienen más de 2 millones de títulos y rincones que parecen laberintos literarios. Me perdí entre estanterías, encontré joyas vintage y hasta postales para llevar de recuerdo.
Harry Potter Shop
Si eres fan de la saga, no te la pierdas. Tiene escenografías, varitas, objetos de colección… Es un poco cara, pero muy bien ambientada. ¡Y puedes pedirte una cerveza de mantequilla!
Washington Square Park
Un parque con ambiente alternativo. Vi músicos callejeros, estudiantes de NYU debatiendo, partidas de ajedrez… El arco y la fuente en el centro son muy fotogénicos. Me senté a comer algo en uno de los bancos y fue de esos momentos simples pero especiales.
Museum at FIT (Fashion Institute of Technology)
El Museum at FIT es un lugar sorprendente y gratuito, ideal para quienes disfrutan del diseño, la moda y la cultura pop. Forma parte del prestigioso Fashion Institute of Technology, una de las universidades de moda más importantes del mundo. Sus exposiciones temporales combinan historia, tendencias y arte, y suelen estar muy bien curadas.
Cuando fui, había una muestra sobre la evolución del estilo punk y su influencia en la moda contemporánea. El museo es pequeño, así que se recorre rápido, pero siempre tiene algo interesante. Es perfecto para incluir en un paseo cultural por Chelsea o Midtown.
High Line
La High Line es uno de los parques urbanos más originales de Nueva York. Está construida sobre una antigua línea de tren elevada que fue transformada en paseo verde. Caminar por ella es una experiencia única: a un lado tienes jardines cuidados, esculturas y bancos para descansar, y al otro, las fachadas de los edificios con vistas inesperadas de la ciudad.
Me encantó ver cómo la naturaleza se integra con el entorno urbano. Además, a lo largo del recorrido hay murales, vendedores ambulantes y pequeños puestos de comida. Es un plan tranquilo para desconectar un poco del ritmo frenético de Manhattan.
Time Square
Times Square es uno de los lugares más conocidos de Nueva York, famoso por sus enormes pantallas luminosas, carteles publicitarios y el bullicio constante. Está ubicado en el cruce de Broadway con la Séptima Avenida y es especialmente concurrido de noche, cuando las luces brillan con más intensidad. Aquí se celebra el famoso descenso de la bola en Año Nuevo y se encuentran varios teatros de Broadway, tiendas y personajes disfrazados que posan por propinas.
Pero, siendo honesta, no es un sitio al que dedicarle mucho tiempo. Si te da curiosidad, pasa unos minutos, haz unas fotos y sigue tu camino. Los propios neoyorquinos suelen evitarlo porque está siempre lleno de turistas, es ruidoso y caro. Hay zonas de Nueva York mucho más interesantes, auténticas y agradables para explorar sin tanta aglomeración.
The Vessel
The Vessel es una de las estructuras más llamativas de Hudson Yards, un barrio moderno junto al río Hudson. Tiene forma de colmena o espiral gigante, con escaleras entrecruzadas que permiten subir y ver el paisaje desde distintos ángulos.
Aunque cuando fui estaba cerrado al público (ya no se puede subir, solo ver por fuera), su diseño futurista impresiona igualmente. Fue diseñado por Thomas Heatherwick y se ha convertido en un símbolo de la renovación urbana de esta zona. Vale la pena ir hasta allí, incluso solo para tomar fotos y pasear por la plaza que lo rodea.
One Penn Plaza
One Penn Plaza es un rascacielos de oficinas ubicado justo al lado de Penn Station. No es muy conocido como destino turístico, pero me llamó la atención su arquitectura funcional y su altura: con más de 200 metros, fue uno de los edificios más altos de la ciudad cuando se terminó en 1972.
La zona alrededor está llena de movimiento, oficinas y restaurantes. No es un sitio para pasar horas, pero si te interesa el urbanismo o la vida cotidiana neoyorquina fuera del circuito turístico, puede ser una parada curiosa. Desde allí también se llega fácilmente a otros puntos como el Madison Square Garden.
Woolworth Building
El Woolworth Building fue, durante años, uno de los rascacielos más altos del mundo. Su construcción terminó en 1913 y es un emblema del estilo neogótico en la arquitectura de Nueva York. Lo llaman “la catedral del comercio” por sus detalles ornamentales, vidrieras y gárgolas.
Aunque hoy en día no se puede entrar libremente (algunas visitas guiadas están disponibles), el exterior merece una parada. Me gusta buscar estos rincones menos turísticos porque cuentan parte de la historia de la ciudad que muchas veces pasa desapercibida. Además, está cerca del City Hall y del comienzo del Brooklyn Bridge.
World Trade Center
El área del World Trade Center es impactante. Las enormes fuentes que ocupan el espacio donde estaban las torres gemelas tienen los nombres de las víctimas grabados alrededor y un flujo constante de agua que transmite solemnidad y respeto.
Me sorprendió lo silencioso que es el lugar, a pesar de estar lleno de gente. El entorno fue rediseñado como símbolo de memoria y esperanza. También hay espacios verdes y zonas para sentarse. Es un lugar que invita a la reflexión, incluso si no viviste los acontecimientos del 11‑S de forma directa. Sin duda, uno de los lugares más conmovedores de mi visita.
Puede ser un poco duro, yo de hecho no entré, pero si te interesa puedes comprar la entrada al Museo y Memorial del 11 de septiembre aquí.
Oculus (Estación del World Trade Center)
Diseñado por Santiago Calatrava, el Oculus es la estación de tren del World Trade Center y también un centro comercial. Su diseño futurista imita unas alas abiertas o un esqueleto blanco, y desde dentro entra una luz natural impresionante. Es muy fotogénico, aunque confieso que me perdí un poco entre tanto pasillo y escaleras.
La estructura está pensada como símbolo de renacimiento tras los atentados del 2001, y es parte integral del nuevo diseño de la zona. Aunque sea solo para mirar, es una visita curiosa para quienes aman la arquitectura contemporánea.
Wall Street
Wall Street es el corazón del distrito financiero y una de las calles más famosas del mundo. Caminar por allí es como entrar en una película: rascacielos imponentes, ejecutivos apresurados y una energía eléctrica en el ambiente.
Visitar la Bolsa de Nueva York desde fuera impresiona, aunque ya no se hacen tours por dentro. Es interesante ver cómo este pequeño rincón tiene tanta influencia a nivel global. Está cerca del Battery Park, así que se puede combinar fácilmente en una ruta por el sur de Manhattan.
Toro de bronce y la niña sin miedo
El toro de Wall Street es una de las esculturas más populares de la ciudad. Representa la fuerza del mercado financiero, y siempre está rodeado de turistas que quieren tocarle los cuernos (dicen que da suerte).
Pero la escultura de la niña frente a él —la Fearless Girl— me pareció mucho más poderosa. Representa el empoderamiento femenino en un mundo tradicionalmente masculino como el financiero. Ver ambas figuras juntas crea una escena cargada de significado. Si vas temprano en la mañana, puedes verla sin tanta gente alrededor y sacar una buena foto.
Battery Park
Battery Park es un parque amplio y tranquilo al sur de Manhattan, desde donde se tienen vistas directas a la Estatua de la Libertad. Es un lugar ideal para descansar después de recorrer Wall Street o antes de tomar el ferry. Tiene jardines, bancos, esculturas y un ambiente muy relajado.
Me pareció un buen sitio para hacer una pausa, mirar el mar y disfrutar de un poco de verde dentro de la ciudad. Además, desde aquí salen los ferries turísticos hacia Liberty Island y Ellis Island, si quieres conocer más sobre la historia migratoria de Estados Unidos.
Staten Island Ferry
El Staten Island Ferry es una de las mejores experiencias gratuitas en Nueva York. Es un ferry público que conecta Manhattan con Staten Island, y pasa muy cerca de la Estatua de la Libertad.
Es ideal si no quieres pagar la entrada para subir a la estatua o si simplemente quieres verla desde el agua. Sale con frecuencia y el trayecto dura unos 25 minutos.
Estatua de la Libertad
La Estatua de la Libertad es uno de los monumentos más emblemáticos de Nueva York y símbolo de libertad a nivel mundial. Fue un regalo de Francia a Estados Unidos en 1886 para conmemorar la independencia estadounidense y la amistad entre ambos países.
Diseñada por Frédéric Auguste Bartholdi y construida con una estructura interna de Gustave Eiffel, representa a una mujer con una antorcha y una tablilla con la fecha del Día de la Independencia. Se puede visitar en ferry desde Battery Park, con opción de subir al pedestal o, con reserva anticipada, hasta la corona, desde donde hay vistas increíbles
Yo compré entrada para subir al pedestal de la estatua, pero lo perdí. Al menos pude llegar a la pequeña isla y verla desde abajo. Aun así me encantó. Consejo importante: guarda bien tu ticket si compras uno. Aprovecha de hacer la compra online de la entrada a la Estatua de la Libertad y así te evitas las colas.
Brooklyn Bridge
Cruzar el Puente de Brooklyn caminando fue uno de los momentos que más disfruté en mi viaje. La estructura, inaugurada en 1883, combina acero y piedra de una forma majestuosa. Es uno de los puentes colgantes más antiguos de Estados Unidos y une Manhattan con Brooklyn. Las vistas desde allí, sobre todo al atardecer, son espectaculares.
Es probable que esté lleno de gente, pero aun así vale la pena. Lleva calzado cómodo, porque el paseo dura unos 30 minutos. Recomiendo empezar desde Manhattan y terminar en Brooklyn, donde te espera el encantador barrio de DUMBO.
DUMBO (Down Under the Manhattan Bridge Overpass)
DUMBO es un barrio moderno e industrial reconvertido en una zona creativa y de moda. Al llegar desde el Puente de Brooklyn, encontrarás calles adoquinadas, cafeterías con encanto, galerías de arte y tiendas de diseño.
Uno de los puntos más icónicos es Pebble Beach, una pequeña playa urbana con vistas directas al skyline de Manhattan. Es un lugar muy popular para sacar fotos, especialmente al atardecer. Me encantó sentarme un rato allí y simplemente observar la ciudad desde otro ángulo. Si te gusta la fotografía, no te lo puedes perder.
Roosevelt Island
Roosevelt Island es una estrecha isla en el East River, entre Manhattan y Queens. Lo más divertido es llegar en teleférico: el Roosevelt Island Tramway parte desde Manhattan y te ofrece vistas increíbles durante el corto trayecto.
En la isla puedes pasear por la costanera, visitar el memorial de Franklin D. Roosevelt o simplemente disfrutar de un ambiente mucho más tranquilo que el resto de la ciudad. No es muy grande, así que se puede recorrer en una mañana o tarde. Es ideal si buscas un rincón diferente y menos turístico para desconectar del bullicio.
Puedes comprar tu ticket para el teleférico a la isla Roosevelt más tour guiado aquí.
Governors Island
Governors Island es uno de los secretos mejor guardados de Nueva York. Solo se puede visitar en ciertos meses del año (generalmente entre mayo y octubre), pero vale totalmente la pena. Se llega en ferry desde el sur de Manhattan y, al llegar, te encuentras con un gran parque lleno de espacios para hacer picnic, andar en bici, descansar en hamacas y ver arte al aire libre.
También hay eventos culturales y exposiciones temporales. Aunque no pude ir porque estuve en Nueva York en abril, me parece que da la sensación de estar “fuera” de la ciudad, aunque solo estés a 10 minutos del centro. Ideal para un día diferente, relajado y muy verde.
Actividades que hacer en Nueva York
Lo mejor que puedes hacer para completar tu viaje a Nueva York es con actividades y excursiones que enriquezcan la experiencia. Pueden ser tours guiados que te hagan visitar el lugar desde otro punto de vista, tour gastronómicos para una inmersión de lleno en la cultura local, actividades de aventura o en plena naturaleza y un sinfín de opciones más.
Échale un vistazo a las actividades turísticas que ofrece Get Your Guide, compara y encuentra buenos precios. Yo lo utilizo siempre que viajo porque es muy fiable y asequible.
Preguntas frecuentes sobre viajar a Nueva York
Algunas de las preguntas que te puedes estar haciendo antes de tu viaje a Nueva York pueden ser:
¿Es seguro para mujeres que viajan solas?
Sí, totalmente. Yo viajé sola y me sentí muy segura, incluso caminando de noche. Como en cualquier ciudad grande, conviene estar atenta y no despistarse, pero nunca tuve una mala experiencia ni me sentí incómoda. Además, hay muchísima gente viajando sola, te sientes acompañada sin necesidad de ir en grupo.
¿Cuánto cuesta un viaje de una semana a Nueva York?
Depende de cómo viajes. Si buscas alojamiento con tiempo, puedes encontrar opciones desde 30 € la noche en hostales. Yo me quedé una semana en Manhattan por 200 € en total. Comidas a partir de 10‑15 $ en locales sencillos. Entradas a museos y miradores sí suben más, así que conviene elegir cuáles realmente quieres ver. Yo hice una mezcla de actividades gratuitas con un par de visitas pagadas.
¿Se necesita hablar inglés?
No es obligatorio. Yo tengo un nivel medio y no tuve problema. Además, ¡hay muchísimos latinos! En el metro, en tiendas, incluso en museos, a veces me atendían directamente en español. Saber frases básicas ayuda mucho, pero no es un impedimento para disfrutar de la ciudad.
¿Se necesitan vacunas para viajar?
Actualmente no hay vacunas obligatorias para entrar a Estados Unidos, aunque siempre conviene revisar la web oficial del gobierno antes de viajar. Yo no necesité ninguna en particular.
¿Cómo está la conexión a internet?
Muy bien. Yo usé una eSIM de Airalo y fue una de las mejores decisiones. La compras online, la instalas antes del viaje y se activa apenas aterrizas. Tienes datos desde el primer momento, sin depender de Wi-Fi ni buscar una tienda física. Además, es más barata que las SIM tradicionales. Funcionó perfecta para mapas, buscar info y subir contenido a redes sociales.
¿Cómo conseguir entradas para los espectáculos de Broadway, comedias y musicales?
Nueva York es el lugar perfecto para disfrutar de musicales, comedias y obras de teatro en Broadway y Off-Broadway. Las entradas pueden ser costosas, pero hay formas de conseguir buenos precios. Una de las opciones más populares es la app TodayTix, que ofrece descuentos de último minuto, sorteos diarios (lotteries) y promociones especiales. También existe el clásico puesto de TKTS en Times Square, donde venden entradas con descuento para funciones del mismo día.
En mi caso, me quedé con muchas ganas de ir a un musical o una comedia, pero no me dio tiempo. Ya tengo fichada la app TodayTix para mi próxima visita, y sin duda es uno de los planes que no pienso dejar pasar cuando vuelva.
Datos básicos de Nueva York
- Moneda: dólar. Consulta el tipo de cambio aquí.
- Tipo de cambio: consulta tu banco o apps como XE
- Horario: GMT-5
- Documentación: Para viajeros de la UE, basta con pasaporte y la autorización ESTA
- Enchufe y voltaje: Tipo A/B, 110V. Necesitarás adaptador universal si vienes desde Europa.
Reflexiones y lo que aprendí viajando a Nueva York
Aunque no soy especialmente fan de Estados Unidos ni de las grandes ciudades, Nueva York me sorprendió para bien. Tiene algo magnético. A pesar del ritmo acelerado y el ruido constante, hay una energía que te envuelve desde que pones un pie en la ciudad. Es como estar dentro de una película: los taxis amarillos, el vapor saliendo de las alcantarillas, los rascacielos que parecen no terminar nunca… todo te resulta familiar, pero al mismo tiempo nuevo y emocionante.
Hay muchísimo que ver y hacer. Museos impresionantes, arquitectura que mezcla historia y vanguardia, parques que te invitan a detenerte entre tanto caos urbano… Y sobre todo, esa mezcla de culturas y estilos de vida que solo una ciudad como Nueva York puede ofrecer.
Me llamó mucho la atención la cantidad de gente haciendo deporte. Vi corredores por todas partes, a cualquier hora del día. Incluso durante mi estancia (que fue de solo cuatro días), hubo al menos una carrera organizada cada día. Es una ciudad activa, no solo en lo cultural, sino también físicamente. Parece que aquí todo el mundo encuentra su lugar, ya sea trotando por Central Park, leyendo en una biblioteca histórica o sacando fotos en un rincón escondido de Brooklyn.
Si estás organizando tu viaje a Nueva York, espero que este artículo te sirva de inspiración y te ayude a planificar una experiencia tan inolvidable como la mía. Viajar sola a esta ciudad fue más seguro, más estimulante y más especial de lo que imaginaba. Ojalá vuelvas con tantas ganas de repetir como yo.
