Varsovia, la capital polaca, es una de las ciudades metropolitanas más dinámicas de Europa. Así como una de las más grandes del continente y uno de los principales centros económicos-financieros y culturales.
Esto demuestra que se ha ganado su título de Ciudad Fénix, ya que si tenemos en cuenta que tras la II Guerra Mundial quedó destruido más del 85% de los edificios, podemos decir que Varsovia se ha recuperado bastante bien.
De hecho, antes de ser destruida por la guerra, era considerada la París del Norte, por sus bellas fachadas. No por nada su centro histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980.
A pesar de tener un presente tan brillante y prometedor, tiene un pasado muy triste. En especial desde la invasión alemana en 1939, quienes empezaron a separar a los judíos en guetos y a atacarlos diariamente. Con decir que el gueto de Varsovia fue el más grande de Europa.
Una vez empezaron con la deportación de judíos a los campos de concentración, al principio los polacos pensaron que eran campos de trabajo. No obstante, en cuanto descubrieron que los enviaban allí a morir, surgió el levantamiento del gueto judío de Varsovia en 1943.
Desafortunadamente, la mayoría no tenía experiencia luchando por lo que no tuvieron éxito. Varios miles de judíos murieron y casi todos los edificios del gueto quedaron destruidos. En la película El Pianista (2002) de Roman Polanski, se muestra el levantamiento del gueto.
Pero aquí no acabó todo. Al año siguiente los civiles de Varsovia salieron una vez más a defender su ciudad, a pesar de no tener ninguna formación militar. Esta fue la mayor rebelión civil contra la Alemania Nazi, conocido como el alzamiento de Varsovia. En aquel momento, las tropas alemanas se encaminaba hacia la capital polaca y más atrás venían los soviéticos.
Los polacos no querían que ni uno, ni otro, tomara poder sobre la capital y decidieron salir a la calle a defenderse a sabiendas de que los sobrepasaban en números y en experiencia. El resultado fue que los alemanes ejecutaron a 250.000 civiles y las tropas rusas se detuvieron antes de siquiera llegar a Varsovia.
Cada 1 de agosto se conmemora a estos valientes polacos que salieron a defender su ciudad. Definitivamente, es un evento que te deja la piel de gallina al ver las caras de las personas y pensar en lo ocurrido. Si tienes la oportunidad de ir a Varsovia a esta altura del año, es algo que no te puedes perder.
La película polaca Miasto 44 (2014), que narra los hechos del levantamiento de Varsovia, tuvo mucho éxito en Polonia.
Ahora bien, para visitar Varsovia puedes recorrerla rápidamente en dos o tres días. Aunque mientras más tiempo dispongas, mejor. Así podrás pasear con más calma y entrar a sus diferentes museos.
Día 1
Stare Miasto
Stare Miasto en español significa casco antiguo y, como indica, es el barrio más antiguo de Varsovia. Lo mejor es pasear por el barrio, contemplar su arquitectura medieval, las murallas y visitar cada punto de interés que aquí se encuentra.
Castillo Real de Varsovia
Antiguamente, fue la residencia oficial del rey polaco hasta 1795. Es un palacio de estilo barroco-neoclásico en el barrio Stare Miasto. Hoy en día se ha convertido en el Museo del Castillo.
La entrada cuesta 20 pln (7 €), aunque es gratis los viernes. En caso de que quieras incluir una audioguía, para una mayor comprensión del museo, son 18 pln (4 €) extra.
Columna de Segismundo III
Justo en la plaza del castillo se encuentra una columna de forma corintia. Se erigió en 1644 en honor al rey polaco Segismundo III, quien trasladó la capital de Polonia de Cracovia a Varsovia.
La columna, de 20 metros, ha sido restaurada en varias ocasiones por el desgaste. Hasta que tuvo que ser reconstruida totalmente tras invasión alemana. En el pedestal de la columna hay cuatro placas que cuentan, en latín, la biografía del rey Segismundo III.
Catedral de San Juan
La catedral fue construida en el siglo XIV en el mismo terreno donde antes se encontraba una iglesia jesuita, la cual había sido destruida por los lituanos. Aunque luego fue el turno de los alemanes de destruir la catedral de San Juan. Por lo que tuvo que ser levantada nuevamente y es la misma que se conserva hasta la fecha.
El exterior se logró reconstruir igual que la catedral original, con el estilo gótico mazoviano. Sin embargo, su interior es más sobrio, ya que no quedó nada de las pinturas y reliquias que una vez ostentó. Solo se reconstruyeron algunos elementos como el altar rococó en la Capilla de la Inmaculada.
Calle Piwna
La calle Piwna es tan solo una más de las calles del Stare Mesto que puedes recorrer. Sus casas destacan por su estilo arquitectónico, las rejas de hierro forjado, además de los acabados en piedra y madera. Comienza desde la plaza del castillo y pasa paralela a la plaza del mercado. Aquí encontrarás librerías, tiendas de antigüedades, etc.
Plaza del Mercado de Varsovia
Esta es la plaza más céntrica y antigua de Varsovia. La plaza del mercado, junto con los edificios que la rodean, fue reconstruida con el mismo diseño que tenía en el siglo XVII. En aquel entonces, aquí era donde vivían las familias más pudientes de Varsovia.
Entre los edificios alrededor de la plaza, se encuentra el Museo de Historia de Varsovia y el Museo de Adam Mickiewicz, un poeta polaco del siglo XIX. Por otro lado, en el centro de la plaza está una escultura de bronce de una sirena, símbolo de Varsovia desde 1855.
Estatua «El pequeño Insurrecto»
La estatua, que en polaco se llama Mały Powstaniec, conmemora a los niños soldados que dieron su vida en el alzamiento de Varsovia. Se dice que para esta estatua se inspiraron en un niño de 13 años, quien llevaba un casco y una metralleta alemana.
En la parte trasera de la estatua hay una placa en donde se lee (traducido al español): «Los niños de Varsovia» y luego una canción que dice «Somos los niños de Varsovia, yendo a la batalla – para cada piedra nuestra, vamos a dar nuestra sangre»
Barbacana de Varsovia
Las barbacanas son estructuras defensivas medievales, que hacen parte de las murallas y fortificaciones. La barbacana de Varsovia es una de las pocas partes que siguen en pie de la fortificación que rodeaba Varsovia. Fue construida en 1540 para proteger la ciudad y diseñado con un estilo renacentista italiano.
Plaza de la Ciudad Nueva
El barrio de la Ciudad Nueva se formó en el siglo XIV, al norte de la Ciudad Nueva. Esta plaza se construyó junto con los edificios residenciales, en 1408, y enseguida se convirtió en la plaza principal de la Ciudad Nueva. El lado este de la plaza está dominado por la iglesia de San Casimiro.
Monumento Umschlagplatz
El monumento fue erigido en la antigua plaza de transbordo, desde donde fueron llevado más de 300 mil judíos al campo de exterminio de Treblinka y a los campos del distrito de Lublin.
El monumento consiste en un muro blanco que forma tres paredes. Tiene las dimensiones de un vagón de ferrocarril como los que fueron utilizados para transportar a los judíos. En la parte exterior tiene una franja negra, la cual en conjunto con el blanco, conforma los colores rituales de las vestimentas judías.
Calle Brzeska
Al cruzar el río, del lado este de la ciudad, encontramos el barrio Praga. A diferencia del lado oeste de Varsovia, este distrito permaneció prácticamente intacto en la II Guerra Mundial. Debido a que este barrio creció casi independiente del resto de Varsovia, tiene su propia catedral: la catedral de San Miguel y San Florián.
En cuanto a la calle Brzeska, aquí podemos encontrar uno de los pocos edificios originales que aún permanecen en pie, a pesar de todas las guerras. Siendo los más antiguos de ellos la Escuela Técnica Ferroviaria y el complejo de edificios del Hospital, construidos en 1873.
Asimismo, en el número 24 se encontraba la central telefónica que fue ocupada por los alemanes. Y si continúas tu camino por la calle Brzeska, verás que en algunas de las fachas aún son visibles las marcas de las balas alemanas.
Parque Skaryszewski
Para terminar el día, puedes pasarte por el parque Skaryszewski en el barrio de Praga-Południe. Este parque tiene una extensión de 58 hectáreas, situado en un terreno que anteriormente eran prados y pastos.
Actualmente, puedes encontrar diferentes monumentos regados por todo el parque. Desde monumento a los pilotos británicos, a los soldados del Ejército Rojo, entre otros. Además de jardines y lagos que te permitirán desconectar la ciudad.
Día 2
Palacio de Wilanów
Al sur de Varsovia se encuentra el Palacio de Wilanów, el cual era la residencia veraniega oficial de los reyes de Polonia. Este edificio barroco es el destino final de la Ruta Real que hacían los reyes cuando se trasladaban de su residencia oficial, el Castillo Real, hasta el Palacio de Wilanów.
El palacio sobrevivió a los derrumbes ocasionados por la guerra, gracias a que se encuentra apartado de la ciudad. Hoy en día, es posible visitarlo para conocer los salones con su antigua disposición, sus muebles y decoraciones. También cuenta con varios jardines tales como el jardín barroco y el jardín inglés. La entrada el palacio cuesta 20 pln (4,6 €) y al parque 5 pln (1 €) y aunque el precio ya es muy económico, los jueves la entrada al palacio y al parque es gratuita.
Avenida Ujazdów
Al pasar por la avenida Ujazdów, te encontrarás con fachadas imponentes como la del palacio Karnickich, la embajada de los Estados Unidos o el Palacio Śleszyński. Parte de los edificios de esta avenida datan de principios del siglo XX y aún permanecen en pie porque fueron ocupados por el ejército alemán en la II Guerra Mundial.
En un extremo de esta avenida, comienza la calle Nowy Świat, la cual está llena de mucha vida, restaurantes, tiendas y bares. Si estás cerca échale un vistazo, vale la pena.
Jazdów 3/12
Atravesando el bonito parque Ujazdowski y su estanque, hay algunas casas entre los árboles al más puro estilo finlandés. Esto se debió a que fue un pago de Finlandia para con la URSS a causa de la II Guerra Mundial.
En caso de que quieras adentrarte más, tienes la posibilidad de entrar al jardín de la casa que se encuentra en la calle Jazdów 3/12.
Parque Łazienki
Una vez más, finalizamos el día en el parque público más grande de Polonia, el parque Łazienki. Cuenta con 80 hectáreas, dentro de las cuales hay un conjunto palaciego, un lago, un jardín botánico y un monumento al compositor Chopin.
El parque se fundó en el siglo XVII y en 1764 el rey gobernante lo adquirió como su residencia oficial. De ahí que forme parte de la Ruta Real de Varsovia.
En honor al músico polaco Chopin, cada domingo a las 12:00 y 16:00 realizan un concierto enfrente de su monumento. Por lo que si estás por la zona, no puedes perdértelo.
Día 3
Gueto judío
El gueto judío de Varsovia ha sido el gueto más grande que se haya formado en Europa. Se originó tras la llegada de los nazis y no solo confinó a los judíos de Varsovia, sino de otras regiones de Polonia, Alemania y otros países.
Se estima que aquí vivieron unas 400.000 mil personas hacinadas en una superficie del 2,4% de Varsovia. El gueto era solo una parada antes de que los llevasen a los campos de exterminio como el de Treblinka. Algunos ni siquiera consiguieron salir del gueto porque murieron de hambre o enfermedades. En los tres años que duró dicho gueto, la población se redujo a 50.000 personas.
Calle Próżna
La calle Próżna se encuentra dentro del gueto judío. Aquí encontrarás los únicos edificios que sobrevivieron de esa época. Parte de ellos aún tienen las marcas de balas.
De todas formas, Varsovia es una ciudad que está en constante crecimiento y renovación. Eso lo demuestran los edificios de esta zona que han sido restaurados tal y como eran originalmente. Algo así como un antes y un después.
Hala Mirowska
El Hala Mirowska es un mercado tradicional de Varsovia en donde venden productos locales como verduras, frutas, carnes y flores. Se encuentra dentro de un antiguo edificio y en el exterior, suelen montar un rastro con objetos de segunda mano.
Hala Gwardii
El Hala Gwardii, por otro lado, es un edificio similar al anterior, solo que en su interior tienen locales de comida de diferentes países del mundo. Así como gran variedad de cervezas y todo a un precio muy asequible.
Palacio de la Cultura y la Ciencia
Su nombre original era Palacio de Iósif Stalin de Cultura y Ciencia. No obstante, le cambiaron el nombre para no asociarse más con la Unión Soviética. Por este motivo, el edificio causó mucha polémica.
Aún hoy en día, hay polacos a los que no les gusta este edificio, ya que fue un regalo de la URSS a Polonia y les recuerda a la época comunista. Su estilo es similar a otros edificios en Rusia, aunque el arquitecto que lo diseñó agregó algunos detalles de casas y palacios renacentistas polacos.
Museos de Varsovia
En Varsovia hay muchos museos interesantes sobre la historia de Polonia y los personajes polacos más destacados. Si tienes tiempo y te interesa saber más, considera visitar los siguientes museos:
- Museo de Marie Curie: casa natal de la científica polaca, la primera persona en recibir dos premios Nobel en diferentes campos. El precio de la entrada es de 11 pln (2,5 €).
- Museo del Alzamiento de Varsovia: tiene una colección desde armas, hasta cartas de amor. El objetivo es mostrar diferentes lados del alzamiento. El precio para entrar es de 14 pln (3 €).
- Museo del Vodka: cuenta la historia de más de 500 años del vodka, así como las diferentes recetas de vodka que se crearon en este edificio en el periodo entreguerras. La entrada cuesta 40 pln (9 €) y para estudiantes 28 pln (6,4 €).
- Museo del Ejército Polaco: documenta la historia del país desde el lado militar. Es el segundo museo más grande de Varsovia, con la colección de objetos militares más grandes de Polonia. El coste de la entrada es de (3,4 €).
- Museo de Fryderyk Chopin: es uno de los museos polacos más modernos gracias a las exhibiciones multimedia. Para entrar, el precio es de 22 pln (5 €).
Actividades que hacer en Varsovia
Lo mejor que puedes hacer para completar tu viaje a Varsovia es con actividades y excursiones que enriquezcan la experiencia. Pueden ser tours guiados que te hagan visitar el lugar desde otro punto de vista, tour gastronómicos para una inmersión de lleno en la cultura local, actividades de aventura o en plena naturaleza y un sinfín de opciones más.
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¿Qué comer en Varsovia?
Si vas a Varsovia, lo que por nada del mundo puedes perderte son los pierogis. Estos son parecidos a los dumplings o los raviolis y sus rellenos pueden ser salados o dulces. Luego está el pyzy, el cual se parece a los gnochis o a unos dumplings. Por fuera son se patata y por dentro rellenos de carne.
También tienes que probar la sopa de huevo y salchicha llamada zurek. Así como plato de codillo de cerdo conocido como golonka. Por último, está el bigos, que consiste en una mezcla de col y varios tipos de carne, embutidos, setas y ciruelas secas. Todos estos platos tienen sus variantes en Lituania, Biolorusia y Ucrania.
Unos bares muy característicos de Varsovia son los bares de leche, literalmente traducido del polaco bar mleczny. Son restaurantes conocidos por sus precios económicos. Debido a que las autoridades socialistas los abrieron, en siglo XIX, para que los obreros tuviesen comederos baratos. El más recomendado es el Bar Prasowy. Cuando fui con mi amigo polaco, un plato de pierogi me costó pocos más de 1 €.
Otro lugar que tienes que visitar es el Targ Śniadaniowy (Mercado del Desayuno). Este mercado se organiza todos los sábados, siempre que haya buen tiempo, entre las 10:00 y las 16:00. Suelen montar puestos de comida, lugares de recreo para los niños y con la música de fondo.
Por otro lado, está el Nocny Market (Mercado Nocturno), el cual abre de jueves a domingo y empieza a las 16:00. El ambiente es divertido, con gran variedad de puestos de comida y, en conclusión, una experiencia diferente para vivir en Varsovia.
¿Dónde dormir en Varsovia?
Si quieres ahorrar dinero y quedarte en casa de locales, tienes la opción de utilizar Couchsurfing para encontrar alojamiento gratis.
Por el contrario, puedes buscar hospedaje en Booking o Aibnb. En ambos podrás comparar los diferentes precios, junto con las reseñas de los anteriores huéspedes y escoger el que mejor te convenga según la distancia y el precio.
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