Si estás pensando en viajar a Azores, probablemente hayas considerado visitar São Miguel. Esta es una de las 9 islas que conforman el archipiélago de las islas de Azores. Se encuentran a 1400 km de Portugal, en el medio del Océano Atlántico. A pesar de tener un origen volcánico, la vegetación es abundante y de clima subtropical húmedo. En cuanto al tiempo, es bastante suave, ya que va de los 13 ºC a los 25ºC. Así que sí, las islas de Azores (o Açores) son un sueño hecho realidad.
La isla más grande y la más visitada, es São Miguel. También conocida como Isla Verde por todas sus praderas, donde pastan las famosas vacas azorianas. Además, cuenta con aguas calientes ubicadas en su mayoría en el centro de la isla, por lo que es imprescindible visitar sus balnearios o caldeiras.
Otro de los principales atractivos de las islas de Azores, es la posibilidad de avistamiento de diversas especies de cetáceos. Desde delfines comunes, delfines mulares, cachalotes, hasta ballenas jorobadas. Así como tortugas marinas, mantarrayas y otras especies marinas. Si esto te interesa, seguro que te gustaría venirte a un Safari Azul conmigo a Azores o algún otro destino. En estos viajes nadaremos con animales marinos en libertad y de forma sostenible.
Aún cuando la población en São Miguel no sobrepasa los 130.000 habitantes, esta isla tiene mucho que ofrecer. Nosotros le dedicamos 8 días para recorrerla con calma y aún me habría quedado más tiempo. Por lo que es totalmente factible hacer una ruta de 6, 7 u 8 días. Aunque si cuentas con menos tiempo, te dejo una ruta de 5 días que podrás adaptar a tu conveniencia.
Día 1
Portas da Cidade
Comenzamos la visita por São Miguel en el casco antiguo de Ponta Delgada, la capital. ¿Y qué mejor que comenzar en las Portas da Cidade? Erigidas en 1783, son un símbolo de la primitiva defensa de la ciudad.
Desde esta plaza, podrás detallar la arquitectura tradicional de Azores. Por ejemplo, el uso de la basalto regional en las construcciones de edificios, monumentos, bancos y hasta los maceteros que hay en las ciudades. Así como también el uso de la calçada típica portuguesa en el paseo marítimo, las aceras y plazas. Por último, mencionar las bonitas casas azorianas que datan de los siglos XVII a XIX.
Igreja de São Sebastião
La iglesia fue construida a raíz de una peste que sufrieron en la isla, siendo finalizada en 1547. La fachada presenta una entrada principal de estilo manuelino y dos laterales barrocos. Además, con el paso de los siglos se hicieron reformas góticas.
Câmara Municipal de Ponta Delgada
El ayuntamiento de Ponta Delgada llama la atención por su bonita plaza y su fuente. Sin embargo, algo que muchos pasan por alto es que ¡se puede subir a la torre!
Conocida como torre Sineira, tiene 29,60 metros de altura y ofrece una vista panorámica de la ciudad. Lo mejor es que la entrada es gratis y no olvides que abre de 9:30 h a 17:30 h.
Forte de São Bras
La fortaleza de São Bras o castillo de São Bras fue construida en el siglo XVI como la fortaleza más poderosa de la isla. Su objetivo era proteger a los habitantes de los piratas que frecuentaban el Océano Atlántico. Posee una estructura cuadrangular con cuatro bastiones de forma pentagonal.
Igreja de São José
Esta iglesia se levantó en 1709 con una fachada simple, aunque con una gran puerta. Lo interesante es su interior, en el que en las tres naves podemos ver madera tallada revestida en oro. Esta es una técnica típica de la península ibérica, especialmente durante el periodo barroco. Otro detalle arquitectónico tradicional portugués, son los azulejos que decoran su interior.
Mercado da Graça
El mercado da Graça es el lugar ideal para conocer más sobre la gastronomía tradicional de los Azores y encontrarse con una que otra fruta exótica que traen hasta aquí. Además de frutas y verduras, también venden plantas, pescados y souvenirs. Nosotros fuimos varias veces y siempre conseguimos probar o ver algo diferente.
Están abiertos todos los días, excepto los domingos. Aunque los locales dicen que los días más animados son los viernes y sábados. ¡No te lo puedes perder!
A un lado del mercado da Graça está O Rei do Queijo, el cielo para los amantes del queso. Aquí te dan a probar gratis los diferentes tipos de quesos que tienen, para que escojas la selección de queso que más te guste. Nosotros fuimos varias veces y quedamos encantados. Sin olvidar que los dependientes son muy simpáticos y divertidos.
Ermida da Mãe de Deus
La primera ermita fue construida en el siglo XVI. No obstante, fue destruida en 1915 para que no fuese un objetivo para los submarinos alemanes durante la I Guerra Mundial. En 1925, se empezó a construir de nuevo en la misma colina con un estilo neobarroco.
Para cuando llegó la II Guerra Mundial, la ermita todavía no estaba concluida. Así que las tropas portuguesas la mantuvieron protegida mientras duró la guerra. Finalmente, terminaron su construcción en 1947.
Observatório Vulcanológico e Geotérmico dos Açores
Es un museo ideal para aquellos que estén interesados en saber más sobre la formación de las islas de Azores, minerales, fósiles y volcanes en general. La visita es mejor aún si viajas con niños.
Cabe destacar que no suele ser muy concurrido. Te recomiendo que vayas por la tarde, para que entres con una de las visitas guiadas que ofrecen a las 14:30h, 15:30h y 16:30h. En la página web, se indica que la mañana está destinada a visitas escolares. De hecho, nosotros fuimos a las 10:00 h y no pudimos entrar porque no había nadie. La entrada cuesta 1,5€ para los adultos y gratis para los niños.
Caloura
Cuando llegues hasta Caloura, aparca en el estacionamiento cerca del muelle. Aquí podrás tomarte algo en el Bar Caloura, bañarte en la piscina de agua salada que llenan en verano o simplemente disfrutar de las bonitas vistas.
Água de Pau
Cerca de Caloura está el pequeño pueblo Água de Pau. Merece la pena darse un paseo por el centro, echarle un vistazo a la bonita iglesia y a la plaza que está enfrente. Dicha plaza está decorada con todo tipo de plantas y flores típicas de la isla.
Ermida Nossa Senhora Do Monte
En Água de Pau hay una colina llamada Pico da Figueira, en la que se erige la ermita Nossa Senhora Do Monte. Cuenta la historia que una niña vio una aparición de la virgen, una de las veces que fue a rezar en esta colina. Al oír esta noticia, fueron muchos los que se reunieron aquí el 5 de julio de 1918, día en el que presenciaron otra aparición.
En septiembre de ese mismo año, la niña enfermó y predijo su muerte para el mes siguiente. Los padres de ella decidieron construir esta pequeña ermita, para recordar este acontecimiento. La construcción finalizó en 1931.
Vila Franca do Campo
En la pequeña ciudad de Vila Franca do Campo, puedes visitar su playa de arena negra llamada Vinha D’Areia. Así como dar un paseo por el muelle y el paseo marítimo. Te recomiendo que vayas también al atardecer porque tienes una vista preciosa desde aquí hacia el islote.
Ilhéu da Vila Franca do Campo
Este islote puede que sea uno de los más fotografiados de Azores. Lamentablemente, nosotros fuimos en noviembre a São Miguel y los viajes se hacen solo en el verano, del 1 junio al 14 de octubre.
Puedes comprar el viaje en ferry por internet por 6€ o en la taquilla por 5€. Eso sí, tienen plazas limitadas y lo máximo que puedes estar en el islote es de 10:00h a 18:10h. Como no hay restaurantes, ni tiendas allí, lo mejor es que lleves tu propia comida.
Ermida de Nossa Senhora da Paz
La ermita de Nuestra Señora de la Paz se sitúa en lo alto de la colina del mismo nombre. El templo que vemos hoy en día se construyó en 1764, sobre otro del siglo XVI. También se escogió su ubicación debido a una aparición que presenció un pastor en una gruta del área.
Lo cierto es que el lugar donde se encuentra es muy bonito. Tienes a las vacas pastando alrededor, la iglesia es muy imponente y, por si fuese poco, las vistas son alucinantes.
Día 2
Miradouro do Pico da Barrosa
El punto más alto del mirador son unos 947 metros sobre el nivel del mar. Por lo que es el lugar perfecto para ver la Lagoa do Fogo desde arriba.
Praia Lagoa do Fogo
La Lagoa do Fogo es una reserva natural desde 1974. Además de una de las lagunas más grandes de los Azores y la segunda más grande de São Miguel.
La laguna está rodeada de vegetación endémica y su playa ha sido reconocida como una de las 7 maravillas de Portugal, en la categoría de las playas salvajes.
Monumento Natural Caldeira Velha
Es una reserva de la biosfera con flora y fauna típica de los bosques laurifolio de los Azores. En verdad es sorprendente la gran diversidad de vegetación que encuentras en Caldeira Velha.
Caldeira Velha tiene agua caliente de origen termal que cae en cascadas, formando varias piscinas naturales. La entrada al Caldeira Velha es de 8€ si quieres bañarte o 3€ si solo quieres visitar el lugar. Abren todo el año y aún en invierno es posible bañarse, ya que el agua sigue estando caliente. Eso sí, unas piscinas son más calientes que otras y el tiempo máximo que puedes estar es de 2 horas.
Miradouro do Pico do Ferro
Este mirador, a un lado de la carretera, tiene unas vistas estupendas hacia la Lagoa das Furnas, los cráteres volcánicos y el valle das Furnas.
Lagoa das Furnas
La laguna se relaciona con la formación volcánica de Furnas y está rodeada de flora macaronesia. Asimismo, se ubica a 600 metros de altitud.
A un lado de la laguna podrás ver unas fumarolas y caldeiras de agua hirviendo. Lugar que han tomado para preparar el cozido das Furnas bajo tierra, gracias al calor que emana. Si quieres ver cómo sacan el cozido, tienes que ir al mediodía.
Poça da Dona Beija
Otro lugar muy recomendable para darse un baño termal es Poça da Dona Beija. Por 6€, dispones de 4 piscinas a 39 ºC y una a 28ºC en el cauce del río, que viene desde la montaña.
Al ser una de las más recomendadas, puede llenarse bastante, especialmente por la tarde. Otro detalle es que como el agua tiene mucho hierro, es mejor que lleves un traje de baño que no te preocupe si se mancha.
Jardín Botánico Terra Nostra
Otro balneario que vale la pena visitar en Azores es el que se encuentra en el Jardín Botánico Terra Nostra. Este parque ha sido considerado uno de los más bonitos del mundo por la revista Condé Nast Travel. La entrada cuesta 6€.
Tal y como el nombre indica, este es un jardín que, además de termas, tiene hermosas plantas y estanques en sus 12 hectáreas. Así que no cometas el mismo error que nosotros y no te quedes solo en las termas.
La mansión y su jardín contiguo fueron mandados a construir en el siglo XVIII, por un cónsul estadounidense de la época. Más adelante, en el siglo XIX, las 2 hectáreas con las que contaba al principio, se ampliaron gracias a los siguientes dueños. Finalmente, en el siglo XX volvió a ser ampliado hasta las 12 hectáreas y se unió con el recién inaugurado Hotel Terra Nostra.
Algo que sorprende un poco es el color castaño del agua, pero solo se debe al hierro que contiene. Por otro lado, la temperatura de la piscina está en unos agradables 25 ºC. Si deseas aguas más calientes, dirígete al Jacuzzi de agua termal que está a unos metros de la piscina. Lo que me recuerda que entre el jacuzzi y la piscina encontrarás los vestidores y una ducha al aire libre.
Caldeiras das Furnas
A medida que te vas acercando a las calderas consigues ver el humo que emanan. Una vez llegas y pasas por el humo te viene el olor inconfundible del azufre, lo que es sinónimo de huevos podridos.
A pesar del mal olor, vale mucho la pena darse un paseo por las diferentes calderas y echar un vistazo a los colores del agua ferruginosa. Está totalmente al aire libre, por lo que no hay que pagar para verlo.
Miradouro do Salto do Cavalo
Este mirador me gustó mucho. Se encuentra a 760 metros de altura y desde él puedes ver el valle de Povoação y sus siete colinas. Además de que también se ve el mar en el horizonte. Muy muy bonito.
Día 3
Miradouro do Porto das Capelas
La isla de São Miguel tiene montones de miradores, ya sea en las montañas en medio de la isla o en los acantilados con vistas hacia el Océano Atlántico. Por lo que una de las rutas especiales es la de ir de mirador en mirador. El tercer día puedes comenzar con el miradouro do Porto das Capelas. Se encuentra en la costa norte, a 20 minutos desde Ponta Delgada. Desde aquí ves directo hacia el océano.
Miradouro de Santa Iria
La siguiente parada es el miradouro de Santa Iria. Por la altura que tiene, te permite ver una gran parte de la costa hacia ambos lados. Además, tienes bancos y es un buen lugar para sentarse un rato a admirar las vistas.
Fabrica de Chá Gorreana
La entrada a la fábrica de té es gratuita. Puedes hacer un corto recorrido por las salas donde exhiben antiguas máquinas y artefactos que utilizaban para la fabricación del té.
En la cafetería tienes la opción de probar té gratis o comprar dentro de una variada selección. Lo mejor es acompañarlos con las queijadas típicas de Azores, mientras observas los cultivos de té desde la ventana.
Maia
Este pequeño pueblo está ubicado a orillas del mar. Es muy agradable pasearse entre las casitas o ver el mar azotar las rocas. También encontrarás unas piscinas naturales, ideales en la época de verano. Como fuimos en noviembre la temperatura ya estaba por los 17ºC. Aun así la vista es espléndida y dan ganas de quedarse a vivir en Maia.
Trilho Moinho do Félix
En un pueblo próximo, Lomba de São Pedro, hay una ruta de senderismo (trilho) que pasa por cascadas, bosques y la costa. Es un circuito de dificultad baja y que dura aproximadamente dos horas. Comienzas desde la Igreja de São Pedro y vas pasando por los puntos que se señalan en el mapa hasta volver de nuevo al inicio.
Miradouro do Salto da Farinha
Continuando camino, nos encontraremos con el miradouro do Salto da Farinha. La mejor parte es cuando desciendes por las escaleras hasta el miradouro da Pedra dos Estorninhos. Desde aquí tienes unas vistas estupendas, con mesas para montarte tu picnic y descansar bajo techo. Sencillamente perfecto.
Día 4
Poço Azul
El sendero hasta el Poço Azul comienza en la entrada del pueblo Achadinha y toma alrededor de una hora para completarlo. La ruta es de dificultad baja, aunque tiene algunas partes muy empinadas y todo está correctamente señalizado.
Hay un punto en el que el camino se divide en dos: uno relativamente plano y otro empinado hacia abajo. El primero es fácil, solo que das una vuelta muy grande hasta llegar al pozo. El segundo es bastante empinado, pero llegas más rápido.
Escojas el camino que escojas, merece totalmente la pena hacer la ruta. Vas paseando entre árboles, el río (que puede que no tenga mucha agua), bajando y subiendo algunas cuestas y, si tienes suerte, no habrá nadie más.
Seguramente que en verano es un planazo llegar hasta aquí y darse un chapuzón. Luego al salir, agradecerás estar fresco para retomar el camino con más fuerzas.
Al final del trayecto, lo celebramos comiendo en el restaurante Poço Azul, que está muy cerca. Es comida tipo buffet, a un precio muy económico. En mi caso, que soy vegana, no pude encontrar nada que no tuviese carne o pescado en el buffet. Lo bueno es que fueron tan amables de prepararme un plato solo para mi. ¡Y estaba delicioso!
Parque Natural da Ribeira dos Caldeirões
En los declives de la Serra da Tronqueira se localiza el parque natural da Ribeira dos Caldeirões. Al igual que otros puntos de la isla, aquí se ve una gran variedad de vegetación típica de las islas del Atlántico Norte. Como por ejemplo, bosque de laurisilva, el cual es un bosque nuboso subtropical.
Lo más llamativo, es la cascada que trae el agua al parque. También encontrarás antiguos molinos que han sido utilizados como tiendas de artesanías y hasta en un museo etnográfico.
Nordeste
Nordeste es un pueblo muy bonito en la costa (adivina) nordeste de la isla. Es recomendable pasar por el Ponte dos Sete Arcos, hasta la plaza de la República y darse una vuelta. Al igual que los otros pueblos de la isla, es muy tranquilo.
Faro de Arnel
Continuando en coche hasta el siguiente punto, en 3 minutos llegamos al miradouro Ponta do Arnel. Desde aquí tenemos unas buenas vistas hacia el faro de Arnel y alrededores.
Te recomiendo que dejes el coche por aquí y bajes hasta faro a pie. La caminata es de unos 10 minutos cuesta abajo, pero es más fácil que pasar por el estrecho camino en coche y luego intentar dar la vuelta. ¡Menos mal que le hicimos caso a la recomendación de Flamingo Around!
Una vez bajas el sinuoso camino hasta el faro, si continúas un poco más consigues ver la cascada da Ponta do Arnel, las casitas al borde del acantilado y la playa de rocas debajo.
Miradouro Ponta do Sossego
Este fue uno de mis miradores favoritos de todo São Miguel. No solo tienes unas maravillosas vistas, sino que estás en un jardín rodeado de todo tipo de árboles, flores y arbustos. Y al otro lado, la montaña. Simplemente encantador.
Miradouro da Ponta da Madrugada
Este mirador es otro buen lugar para sentarse a comer en las mesas, mientras tienes delante de ti la vista hacia el Océano Atlántico. ¡También nos encontramos más de una docena de gatos!
Miradouro de Água Retorta
Después de haber visto los dos miradores anteriores, este no resulta muy impresionante. Pero si vas por este camino, no viene mal detenerse un momento a echar un vistazo. De todas formas, las carreteras aquí en São Miguel van prácticamente vacías.
Día 5
Miradouro do Pico do Carvão
Continuando con la ruta de los miradores de Azores, el miradouro do Pico do Carvão muestra un paisaje espectacular típico de Azores. Es decir, con la vista al mar, sus colinas, los prados y las vacas. Es una vista muy refrescante para empezar el día.
Lagoa do Canário
Afuera de este parque tienes un estacionamiento donde dejar el coche, para luego recorrer el lugar caminando. Aunque también tienes la posibilidad de entrar con el coche si gustas. Nosotros no lo hicimos básicamente porque el portón estaba cerrado, probablemente por ser domingo. Aun así, nos gustó mucho recorrerlo con calma y a pie.
La Lagoa do Canário está relacionada con la formación volcánica de la caldera de las Siete Ciudades. Además, se encuentra en un cráter volcánico de la Serra Devassa, a 800 metros de altura. En la laguna verás peces y está rodeado de flora endémica.
Miradouro da Grota do Inferno
Continuando el camino unos 12 minutos recto entre árboles enormes, nos vamos acercando al que es mi mirador favorito número uno. Es genial como pasas de estar rodeado de árboles y no ver nada a, de pronto, estar sobre un camino estrecho en la cima de una montaña. Mientras que tienes enfrente las vistas magníficas hacia la Lagoa das Sete Cidades, las montañas y el océano.
Desde antes de ir a este mirador se me parecía a la ruta de senderismo «Stairway to Heaven» de Hawaii. Lo bueno es que a pesar de todas las expectativas que tenía, cuando llegué me pareció tan épico como lo imaginé. Tuvimos suerte de que no hubiese una multitud de personas y que el clima estuviera soleado y despejado, para disfrutarlo en todo su esplendor.
Miradouro do Cerrado das Freiras
Al continuar nuestro camino, paramos en el miradouro do Cerrado das Freiras. Desde aquí tienes otra perspectiva de la Lagoa das Sete Cidades, igual de bonita. Aunque no tardamos mucho en continuar hacia la siguiente parada.
Miradouro da Vista do Rei
Este mirador también da a una vista diferente de la zona, tiene un área más grande para acoger un mayor número de personas e incluso un food truck con helados, café y otros aperitivos que puedas necesitar. Aunque la mejor parte no está aquí, sino en el edificio abandonado que se impone en este mirador.
Hotel abandonado Monte Palace
El hotel abandonado antiguamente era el Monte Palace, un hotel de 5 estrellas del que ahora solo quedan unas ruinas pintarrajeadas. Al poco de inaugurar este fastuoso hotel en 1989, se dieron cuenta de que en realidad nadie en la isla podía costearse un alojamiento en una de sus habitaciones y tuvieron que cerrar.
Una vez retiraron la vigilancia del edificio, empezó el vandalismo. Muchos fueron los que entraron aquí a llevarse absolutamente todo lo que se encontraban. ¡Hasta los ascensores y las bañeras! A este hotel no le quedó nada de aquel lujo que una vez lució. Ahora tiene graffitis por todos lados, desechos, la vegetación ha crecido por todas partes y se ha vuelto un lugar donde solo algunos se atreven a entrar a echar un ojo.
Entramos a las habitaciones, las cuales se dice que se diseñaron de forma que cada una tuviese una vista alucinante. Y lo mejor fue cuando subimos a la azotea. Aquí es donde la mayoría de personas se reúne ¡y es que las vistas son aún mejores que en el miradouro da vista do rei! ¡Wooow!
Sete Cidades
Después de tachar otro de los lugares que más ganas tenía de visitar, bajamos a conocer la ciudad llamada Sete Cidades. Y nosotros pensando que el nombre se debía a que habían, literalmente, siete ciudades… En realidad, el nombre viene de la mítica isla Sete Cidades o Antillia, la cual se cree que quedó en algún lugar desconocido del océano Atlántico.
Esta pequeña ciudad se encuentra en la parte plana de la Lagoa Azul, concretamente dentro de la caldera del volcán. Es muy agradable pasearse entre sus calles con casas tradicionales, acercarse a la laguna y simplemente dejarse llevar.
Ponta da Ferraria
Para terminar el día, vimos el atardecer desde la costa oeste. Concretamente, en Ponta da Ferraria, la punta más al oeste de São Miguel. Puedes escoger entre verlo desde el mirador o bajar hasta la playa de rocas. Nosotros hicimos ambas cosas y en verdad ha sido de los atardeceres más bonitos que pudimos presenciar.
Otra de las razones para venir hasta aquí, son las termas naturales. Si, puedes bañarte aquí durante todo el año. Aunque para encontrarlas calientes, tienes que ir cuando la marea está baja. Lo bueno es que por rústica que parezca, cuenta con escaleras para que puedas entrar más fácilmente y cuerdas para que te sostengas durante el oleaje.
¿Qué comer en São Miguel, Azores?
Si antes mencioné el local O rei dos queijos, tienes que saber que hay otro en Ponta Delgada que se llama O principe dos queijos. Básicamente es lo mismo, solo que en lugar de cerrar a las 18:30h, cierran a las 20:00h. Igual me gustaría resaltar que mientras en O rei dos queijos te dan a probar queso gratis con cuchillos de metal, en O principe dos queijos te lo ofrecen con cuchillos de plástico. Lo que produce más desechos innecesarios.
En Ponta Delgada hay montones de restaurantes para escoger. Una de las noches escogimos el restaurante Casa da Rosa donde hacen unas hamburguesas riquísimas y hasta yo me pude comer una vegana.
Por supuesto, si vas hasta São Miguel, lo mejor será que pruebes la comida típica. Puedes empezar con el cozido das furnas. Hay muchos restaurantes en Furnas que tienen esta especialidad y si, por casualidad, estás buscando uno que además tenga versión vegetariana, te recomiendo Caldeiras e Vulcões. Lo malo es que has de pedir mínimo dos platos. Por eso, fuimos al restaurante O Miroma y mientras que el cozido das furnas estaba bien, el plato vegetariano no me gustó tanto. No porque estuviera malo, sino porque simplemente era una ensalada.
Continuamos con los suaves y ricos bolos lêvedos, los cuales son perfectos para acompañar con el queso de las islas. También puedes probar una bifana y, para el postre, unas fofas de Povoação.
¿Es imprescindible alquilar coche en São Miguel, Azores?
Alquilar un coche en São Miguel es sumamente útil. Así serás capaz de moverte con facilidad por toda la isla e ir a tu ritmo, ya que no hay buenas conexiones de transporte público con el que puedas ir a todos los puntos turísticos.
De todas formas, si no tienes la posibilidad de alquilar un coche, lo mejor que puedes hacer es reservar tours turísticos que te lleven a todos los puntos que no puedes perderte. Por ejemplo, este es un tour al lado oeste de São Miguel que te lleva por todos los lugares imprescindibles en un día. Para acompañarlo con este otro tour que te lleva al lado este de São Miguel e incluso con descansos para nadar en las termas.
¿Qué actividades hacer en São Miguel?
Si vas a viajar a Azores estás de suerte porque hay montones actividades divertidísimas que puedes hacer en São Miguel. Empezando con la mejor de todas: avistamiento de ballenas y delfines
Por otro lado, si te gusta tanto Sete Cidades como a mi, te gustará saber que puedes alquilar una canoa para navegar por la laguna o alquilar quads para rodear el cráter de Sete Cidades.
Por último, si tienes el certificado de buceo, ¡no puedes dejar de hacer una o dos inmersiones mientras estés en Azores! Hay montones de centros de buceo, yo escogí uno de Ponta Delgada que se llama Best Spot Azores y la experiencia fue genial. Hice 2 inmersiones por 90€ con equipo y seguro incluido. En una inmersión buceamos alrededor de un barco hundido a unos 20 metros y en la segunda fuimos a otra zona donde encontramos ¡el esqueleto de una ballena!
¿Cómo ir a otras islas de Azores?
Todas las islas de Azores tienen aeropuertos, por lo que una forma fácil de desplazarse ya sea de São Miguel a Terceira o a cualquier otra isla, es en avión. Aunque una opción menos contaminante que volar, es viajar en ferry. En Direct Ferries tienes toda información sobre los trayectos desde Ponta Delgada hasta las otras islas.
Además de visitar São Miguel, si tienes tiempo, te animo que visites otras islas como Terçeira, iIlha do Pico, Flores, Faial, entre otras. Aunque son similares en paisajes y vegetación, cada una tiene algo particular. En Pico podrás subir a un volcán y acampar para ver el atardecer y amanecer. Mientras que en Terçeira podrás entrar al interior de un volcán.
¿Dónde dormir en São Miguel, Azores?
Lo mejor es hospedarse en el medio de la isla para que tengas todo relativamente a la misma distancia. Aun así, encontramos muy cómodo hospedarnos en Ponta Delgada, para los momentos que no teníamos coche. Por ejemplo, al llegar a São Miguel o al irnos, solo tuvimos que pedir un taxi del aeropuerto al centro de la ciudad (y viceversa) por 7€.
Viaja seguro en todo momento
Todo viajero sabe que los viajes están llenos de imprevistos y cualquier cosa puede pasar. Por eso, te recomiendo que cuando viajes contrates un seguro de viaje en el que confíes y sepas que te cubrirá cualquier eventualidad a ti o a tus acompañantes.
Si no sabes cuál escoger y me preguntas a mi, te diría que utilices Iati Seguros. Este es el seguro por excelencia de los viajeros y recomendado por muchos por su buen servicio. Tienen varias modalidades dependiendo del tipo de viaje que hagas, si es corto o largo, por varios países, si viajaes en familia o haces un viaje de mochilero, incluso para un viaje de estudios, entre otros.
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