Si estás en Bulgaria y quieres alejarte de las ciudades, mientras que exploras la naturaleza. te recomiendo que vayas al Parque Nacional Rila. Allí encontrarás los famosos Siete Lagos de Rila y el hermoso Monasterio de Rila. Son lugares que, definitivamente, no puedes perderte de Bulgaria.
Antes de ir a Bulgaria, un amigo de allá nos recomendó que fuésemos a este Parque Nacional. No obstante, como nosotros solo viajamos por los Balcanes en bus -sin vehículo propio- descubrimos que resulta imposible llegar hasta Rila en transporte público. Así que la mejor opción que teníamos era reservar un tour que nos llevase a los Siete Lagos y al Monasterio de Rila.
Buscando en internet, encontramos la compañía Traventuria, quienes tienen todo tipo de tours por el país para conocer sus montañas, animales salvajes y realizar diferentes actividades al aire libre. Ya sea senderismo en tres diferentes montañas de Bulgaria, paseo en caballo, paseos a lugares históricos, observación de aves o incluso deportes en la nieve durante el inverno. Lo bueno es que los grupos que organizan son pequeños, te llevan cómodamente a todos los lugares, un guía te acompaña mientras te va contando todo lo importante y los precios son bastante razonables. Así que no lo pensamos dos veces y reservamos un par de plazas para el tour de los Siete Lagos y el Monasterio de Rila.
Nosotros fuimos a principios de octubre, por lo que las temperaturas en Bulgaria ya estaban empezando a bajar. Es recomendable ir bien abrigados porque en la montaña hace frío. Aunque al principio si estaba más fresco, conforme pasaba el día e íbamos subiendo por la montaña, nos empezamos a calentar.
De todas formas, puedes alquilar cualquier cosa que necesites si hiciera falta. Desde abrigo y pantalones, hasta guantes. Por lo que no tienes de qué preocuparte, ellos se encargan de todo.
El tour comienza bien temprano en Sofía. Allí nos recogieron a las 6:00 h en el punto de encuentro que fijaron y salimos rumbo al Parque Nacional Rila. Hora y media después ya habíamos llegado.
Los siete lagos de Rila
Es un grupo de siete lagos glaciales, situados a 2.100 y 2.500 metros de altura sobre el mar. Cada lago tiene un nombre que hace referencia a su forma. Sus nombres son: la Lágrima, el Ojo (el más profundo de Bulgaria, con una profundidad de 37,5 metros), el Riñón, los Gemelos, el Trébol, el Pez y el Lago Bajo.
Los Siete Lagos son una atracción turística de Bulgaria gracias a su hermoso entorno natural. Los mejores meses para visitarlos son de julio a comienzos de septiembre. Aunque, como ven, nosotros fuimos a principios de octubre. Es solo cuestión de preguntarles y de cómo se encuentre el clima, ya que los lagos se empiezan a congelar en octubre y no se descongelan hasta junio.
El trayecto por la montaña consistió primero en subir en telesillas el primer tramo. Luego, el senderismo se hace pasando por los siete lagos uno por uno, hasta llegar a una cima donde puedes contemplarlos todos. Este recorrido puede durar alrededor de tres horas y es de dificultad moderada. La verdad es que no resultó complicada y se puede parar en diferentes puntos.
Al llegar a la cima, descansamos unos 20 minutos y aprovechamos para comer los sándwiches que habíamos traído. Las vistas son magníficas y es bastante gratificante al culminar el trayecto.
Unas horas después volvimos a la furgoneta para encaminarnos al siguiente destino.
Monasterio de Rila
En las montañas de Rila encontrarás este monasterio ortodoxo, el cual se construyó para albergar a los monjes ermitaños. Ellos seguían el ejemplo de Iván Rilski, que se había ido a vivir a la montaña usando como hogar el hueco de un árbol.
Con el paso del tiempo el pequeño monasterio fue aumentando su edificación y desarrollando el espíritu y la vida social de Bulgaria en la época medieval. Ahora es un ejemplo del Renacimiento búlgaro y es símbolo de la identidad eslavita después de la larga dominación otomana. El exterior del complejo parece más una fortaleza, que un monasterio.
El monasterio de Rila es mencionado en la novela de Elizabeth Kostova llamada La Historiadora (2005).
La iglesia principal tiene cinco cúpulas, tres altares y dos capillas a los lados. Su interior está detalladamente decorado con frescos religiosos en todas las paredes y el techo. ¡Incluso las velas! También tiene en su interior valiosos iconos del siglo XIV y XIX.
La parte residencial del monasterio consiste en trescientas habitaciones, cuatro capillas, una abadía, una cocina y una librería con 250 manuscritos. En cuanto al museo del monasterio, es famoso por tener el Crucifijo de Rafail. Esta es una cruz de madera en la que se recrean 104 escenas religiosas y 650 figuras en miniatura, en los 81 x 43 cm que tiene la cruz. Fue completada en 1802, cuando el monje Rafail perdió la vista.
Aunque dentro de la iglesia y otras partes del monasterio no está permitido tomar fotos, el complejo es precioso. Además de que merece la pena visitarlo por su arquitectura y todo el arte en su interior.
Una vez visto el monasterio, nos regresamos a la capital de Bulgaria, Sofía. La duración completa del tour fue de 12 horas y el coste es de 57€. Está muy bien teniendo en cuenta todo lo que visitas en un mismo día, que incluye el transporte y entrada a los sitios.
En caso de que quieras saber más sobre Sofía, puedes leer el post de 21 lugares que ver en Sofía en 1 día. Y si quieres saber sobre lugares donde comer platos típicos de Bulgaria, échale un vistazo al post Comida típica de Bulgaria y otros locales que no te puedes perder de Sofía.